Cultura General
- Preksha Jain
- Jul 7, 2020
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A primera vista, España e India pueden parecer tan diferentes como la tiza y el queso. Al estar ubicados en continentes separados, hablar diferentes idiomas y seguir religiones distintas, España e India ciertamente no parecen tener mucho en común. Sin embargo, mi perspectiva se amplió en los años en que estudié español en la escuela y se profundizó cuando visité el país. Durante mis dos viajes a España, me sorprendió sentirme como en casa en España. Y si se pregunta por qué, ¡aquí hay algunos factores que le ayudarán a entender la razón de ello!
Primero están las similitudes externas. Hay vitalidad, color y diversidad cultural en España, aunque no a la escala que se experimenta en la India. España tiene 5 regiones, cada una con su propio idioma, identidad, historia y festivales únicos. Y, como se ve en la India, la influencia variada de los gobernantes islámicos y cristianos es evidente en el lenguaje, la comida y la arquitectura.
Se cree que en el siglo XI, una tribu de Rajastán emigró a Europa y se adentró en España. Los gitanos romaníes, o los gitanos de España, celebran hoy una música y un baile que ha llegado a representarlos de manera única, pero un oído y un ojo cuidadosos verán similitudes con la música en la India, especialmente la de los bailarines de Kalbelia. De hecho, estas similitudes y raíces conjuntas se celebran en el Festival Flamenco y Gitano de Jodhpur que se celebra cada año. En el baile de Kalbelia, muchos de los movimientos y gestos describen la vida cotidiana de los gitanos. Un movimiento muy impresionante visto en el baile flamenco es una vuelta caebrada que extrae su linaje del baile Rajasthani.
Las familias indias y españolas también comparten algunas cualidades comunes, ya sea su gran tamaño, su volumen o su cercanía. Si bien en muchas culturas occidentales es normal que los niños crezcan y lleven vidas completamente independientes de sus padres, este no es el caso en India o España. En el contexto indio, los niños suelen vivir con sus padres mucho después de convertirse en adultos, e incluso después del matrimonio, la mayoría viven cerca de sus padres, o al menos mantienen un contacto muy cercano. También en España, los niños tienden a vivir cerca de sus padres, y los valores familiares fuertes son fundamentales para ambas culturas. También hay similitudes en los estilos de comunicación. En los restaurantes, no es raro ver gente hablando en voz alta y gesticulando, y como en India, ¡las preguntas relacionadas con los datos personales no están prohibidas! La calidez, el amor y la risa son evidentes, en diversos grados, en ambas culturas.
Además, la cultura nocturna tanto en España como en India no termina cuando el sol se pone en el horizonte, como sucede en muchos otros países. La gente está acostumbrada a quedarse a altas horas de la noche, y no es raro encontrarse atrapado en el tráfico en cualquier país a la 1 de la mañana. Mientras me dirigía al aeropuerto de Madrid a las 4 a.m., me sorprendió encontrar gente haciendo cola afuera de los bares, ¡un fenómeno que pensé que solo vería en una ciudad sin dormir como Mumbai!
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